viernes, 1 de julio de 2016


Esto sucedió el…

1° de julio de 1916


Recordando la batalla del Somme


Se cumplen hoy cien años desde el comienzo de la batalla del Somme. La lucha se prolongaría por más de nueve meses con una tremenda cantidad de bajas: aproximadamente 650.000 alemanes, 420.000 británicos y 195.000. Particularmente, uno de los aspectos más escalofriantes de la batalla fueron las 57.470 bajas británicas durante el primer día de la lucha, de las cuales 19.240 son muertos y 2.152 desaparecidos… todo para ocupar, al finalizar la jornada, unos escasos cinco kilómetros cuadrados. Hace unos años visité la zona donde se libró la batalla. Obtuve muchas fotos y atesoré recuerdos, que quiero hoy compartir con quienes lean estas líneas, como un tributo a todos aquellos que lucharon y sufrieron en el Somme.


Hacia Albert

Finales de junio de 2009. Hemos llegado, mi esposa y yo, a la ciudad de Amiens. Desde allí me propongo visitar la enorme riqueza histórica de sus alrededores: Crécy, Azincourt, los campos de batalla de Picardía entre los que se destaca el del Somme… He tenido que negociar un intercambio de paseos con mi esposa, ya que no es muy afecta a las visitas a campos de batalla con todo el contenido emotivo que ella, tan justa como excluyentemente, les asigna.

Es así como hemos recorrido esta bella ciudad, visitado su imponente catedral, el museo dedicado al inmortal Julio Verne, su bello barrio medieval, sus jardines y paseos ribereños…

Ahora nos dirigimos hacia Albert, el primer hito a visitar relacionado con la batalla del Somme. El sol del verano se derrama sobre la ondulada campiña. Campos sembrados. Bosques que se dibujan en el horizonte. Prados recubiertos por las amapolas que constituyen el símbolo más dramático de aquellos días de la Gran Guerra. Nos acercamos y allí, casi ocultos entre las flores, aparecen los vestigios de una antigua trinchera…

"...casi ocultos entre las flores, aparecen los vestigios de una antigua trinchera…"

Llegamos a la ciudad. Albert tuvo protagonismo durante todo el curso de la Gran Guerra. Del 29 de agosto al 14 de septiembre de 1914 fue ocupada por los alemanes y recuperada por los franceses. A partir de julio de 1915 permaneció en poder de los aliados, hasta el 26 de marzo de 1918 cuando fue nuevamente ocupada por los alemanes hasta el 22 de agosto de ese año. Albert sufrió muchos bombardeos, siendo particularmente destacables dos de ellos. El primero ocurrió el 15 de enero de 1915, cuando una granada alemana alcanzó a la Basílica de Notre Dame de Brebières, derribando la estatua dorada de la Virgen que coronaba el campanario, quedando suspendida y a punto de caer. Surgió entonces una leyenda: cuando la estatua finalmente cayera, se decía, la guerra habría terminado. La estatua cayó, finalmente, durante el segundo de los bombardeos, el 16 de abril de 1918, esta vez de los británicos, quienes prácticamente destruyeron gran parte de la ciudad antes de desalojar a las fuerzas alemanas. La guerra concluiría siete meses después...

Se imponía la visita al Museo de la Batalla del Somme (“Musée des Abris - Somme 1916). Aún sin comenzar a recorrerlo, quedamos impresionados: hemos descendido unas escaleras y ante nosotros, a diez metros de profundidad,  se abre un túnel muy extenso (unos 250 metros), que corre por debajo de la basílica hasta unos espléndidos jardines a orillas del río Ancre, un afluente del Somme. Este túnel forma con otros aledaños un entramado que ha dado refugio a los habitantes de Albert desde la Edad Media, quienes allí acudían ante las sucesivas invasiones que tuvieron a Picardía como camino franco para los incursores que se dirigían hacia el oeste. También sirvieron como refugios antiaéreos durante la Segunda Guerra Mundial. En el gran túnel se instaló, en 1992, el museo que ahora comenzábamos a recorrer.

"...ante nosotros, a diez metros de profundidad,  se abre un túnel muy extenso , que corre por debajo de la basílica hasta unos espléndidos jardines a orillas del río Ancre..."
Se han atesorado y se exhiben prolijamente elementos que, en su gran mayoría, han sido recuperados de los campos donde se libró la batalla.. Armas de todo tipo, cascos, objetos personales, piezas del conmovedor “arte de trinchera”. De tanto en tanto, se abren algunas recámaras laterales, donde se representan diversas escenas de la vida en las trincheras, sobre las que ilustran las fotografías que tomamos en aquella oportunidad y que compartimos ahora con ustedes (en un post por separado, a continuación del presente, se reproducen estas fotografías con mayor detalle y algunos comentarios).

Escenas de la vida en las trincheras. 

Más escenas de la vida en las trincheras.

Objetos en exhibición

Objetos en exhibición.


Al llegar al extremo del túnel, aparece, en medio de un lóbrego e inquietante entorno, la evocación de un sector del frente (¿debo decir que Teresita, mi esposa, obvió esta parte?).

"Al llegar al extremo del túnel, aparece, en medio de un lóbrego e inquietante entorno, la evocación de un sector del frente"

Como siempre ocurre, la salida desemboca en la tienda de recuerdos y librería, donde reinan, entre los primeros, todos los objetos imaginables que tienen como común denominador estampas de las bellas, infaltables y evocadoras amapolas.  Soslayando distraídamente una mirada de desaprobación de mi esposa, incorporo a mi biblioteca una buena cantidad de libros, arriesgando el exceso de equipaje…

Ahora iremos hacia La Boiselle, donde se encuentra el famoso cráter abierto con la explosión de una gigantesca mina que marcó el comienzo del ataque británico del 1° de julio.

Continúa...


© Rubén A. Barreiro 2016

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