Diciembre de 1914
La Tregua de Navidad
Segunda Parte (II)
No todo fue fraternización.
Desconfianza…
Los mandos de cada uno de los ejércitos enfrentados previenen a sus
hombres acerca de que el enemigo podría aprovechar el clima especial que en los
espírirus de los soldados provocaba la Navidad para llevar a cabo algunas
incursiones.
Así, el Alto Mando británico advirtió a sus unidades: “Es muy posible que el enemigo esté preparando un ataque durante
Navidad o Año Nuevo. Durante tal periodo se mantendrá una vigilancia especial”.
De todos modos, cuando esta advertencia llegó al frente la Tregua ya había
comenzado a exteriorizarse.
Del lado alemán hubo análogas prevenciones: Un soldado recuerda que su jefe de
compañía advirtió a sus hombres que en ese día y en los que siguieran debían “estar especialmente alertas, porque se
esperaba que tal vez los ingleses aprovecharían el buen espíritu navideño para
llevar a cabo un ataque”.
Sobre en todo en los primeros momentos en que comenzaron a
exteriorizarse los actos que desembocarían abiertamente en la Tregua, hubo
mucha desconfianza sobre la verdadera finalidad de los mismos.
Un capitán inglés, al ordenar que se doblaran los centinelas en su
sector: “Espero que los alemanes no estén
maquinando algún plan diabólico”.
Un soldado inglés observa a un alemán que se acerca con una bandera
blanca: “Habiendo llegado a mitad de
camino de nuestras líneas, súbitamente se detuvo y esperó. Uno de nuestros
hombres fue hacia él y lo trajo a nuestras líneas. Lamentablemente, no se le
vendaron los ojos, y en consecuencia fue hecho prisionero. Protestó y se mostró
terriblemente disgustado, pero había visto nuestras posiciones y no se le podía
permitir volver”.
El soldado Percy Jones anota: “Las
primeras de las cosas inusuales que notamos fueron tres grandes hogueras más
allá de las líneas enemigas. Se trataba de una zona donde por lo general sería
insensato encender un fósforo…Luego, aparecieron luces en las trincheras
mismas. Creíamos que el enemigo se preparaba para lanzar un gran ataque, por lo
que preparamos nuestros fusiles y munición y dispusimos todo para entrar en
acción rápidamente. Pero entonces una voz en alemán gritó ‘No disparen’… todo
estaba muy bien, pero habíamos oído demasiadas historias sobre la perfidia
alemana y nos mantuvimos muy vigilantes”.
Naturalmente, la propaganda de ambos bandos tendía a mostrar hechos
aberrantes y propósitos aviesos en la conducta del adversario. En un despacho
del Daily News del 30 de diciembre, un oficial inglés dice con respecto a los
alemanes con quienes había tratado durante la Tregua: “…eran tipos extremadamente bien educados, sajones, inteligentes,
hombres de aspecto respetable. Tuve una conversación muy interesante con tres o
cuatro de ellos, de quienes anoté sus nombres y direcciones… Luego de nuestra
charla pensé seriamente que muchos de los informes de nuestros periódicos eran
terriblemente exagerados”, aunque acto seguido aclara: “Por cierto, se trataba de
sajones y no de prusianos”.
Más
adelante, cuando analicemos las posibles motivaciones de quienes participaron
en la Tregua, veremos que hay quienes piensan que ella fue posible debido a que
las tropas alemanas que participaron eran predominantemente de origen sajón y
bávaro, en tanto los prusianos gozaban de una bien ganada fama de estricta y
rígida disciplina, que les habrían impedido tales fraternizaciones. Veremos
también, como esta opinión ha sido sólidamente refutada…
Sentimientos encontrados…
Un
teniente de artillería inglés: “Había dos
conjuntos de trincheras separadas por apenas unas yardas y había soldados,
británicos y alemanes, cavando o reparándolas, sin que hubiera disparo alguno
entre ellos…. [Sin embargo] uno esos días, en el bosque de Ploegsteert, un fusilero de Dublin fue muerto por un
disparo… inmediatamente los sajones se disculparon, diciendo que no tenían nada que ver, y que los culpables eran
los prusianos hijos de tal por cual que se encontraban a su derecha… “.
El mismo
teniente: “… cuando finalmente se ordenó
a su batería abrir fuego sobre una granja, sabía que allí se reunían los
alemanes para tomar café. Era un blanco al que normalmente un artillero no
hesitaría en batir, pero envió un aviso a través de los Fusileros de Dublin,
que se encontraban en la primera línea, para asegurarse de que los alemanes no
estuvieran en la granja cuando los cañones comenzaran a disparar”.
Bruce
Bairnsfather, famoso humorista y dibujante inglés, por entonces teniente: “Era la
primera vez que los veía de cerca. Allí estaban, los reales soldados del
ejército alemán. No había un asomo de odio en cualquiera de los bandos ese día.
Pero, de nuestro lado, ni por un momento había decrecido la voluntad de luchar
contra ellos y batirlos. Era como el intervalo entre los rounds de una amistosa
pelea de box”.
Reconocimiento e inteligencia…
Hubo quienes aprovecharon el momento para realizar tareas de
inteligencia. Un oficial de los Guardias Escoceses: “Los alemanes me tomaron por un cabo, algo que no me desanimó, ya que
tenía el propósito de acercarme a sus líneas tanto como fuera posible… los
seguí hasta sus alambradas, pudiendo mirar los alrededores todo el tiempo y
recogiendo información aquí y allá, lo cual no habría tenido oportunidad de
hacer bajo el fuego. Fui directamente al Cuartel General para informar”.
“La fraternización también permitía la observación.
Los alemanes aprendieron mucho de las trincheras inglesas, cómo estaban
'trazadas en una triple hilera una detrás de la otra', y notaron la debilidad
del tramado de sus alambradas. Las impresiones positivas que los bávaros se
habían formado acerca de los ingleses quedaron confirmadas… También quedaron
impresionados por la calidad y abundancia de su comida, particularmente la
carne enlatada… Pero sobre todo envidiaban el equipamiento y la ropa abrigada
de los ingleses…”.
El diario de campaña de un regimiento inglés de infantería: “…transcurría una tregua informal…
aprovechándose la oportunidad para realizar muchos trabajos a campo abierto y
tender alambradas”.
Rechazo y violencia.
Hubo algunos episodios que muestran que no todos estaban dispuestos a
participar de la tregua. A veces la abstención fue más allá, y se reaccionó con
violencia…
El mayor Jeffreys, segundo comandante de un batallón, anota en su diario
el 25 de diciembre: “Al amanecer unos
pocos alemanes asomaron sus cabezas gritando ‘¡feliz Navidad! Nuestros hombres,
después de lo ayer [habían ocurrido fuertes combates], no tenían el mismo sentimiento, y les dispararon. Entonces respondieron
al fuego y siguió un contrapunto de francotiradores durante todo el día”.
Un soldado inglés, del I Cuerpo, al alba del día de Navidad: “La
noche transcurría en completo silencio, excepto por algún disparo ocasional de
un centinela nervioso. Hacia medianoche pareció que en las trincheras enemigas
había movimiento, poco después alzaron por sobre el parapeto una lámpara
china y escuchamos gritos: ‘zum wohl’
(¡salud!). Inmediatamente se nos ordenó abrir fuego y lo que indudablemente era
un gesto amistoso fue rechazado brutalmente”.
Dice Billy Congreve, teniente condecorado con la Victoria Cross, muerto
en el Somme con el grado de mayor, en la escalofriante entrada de su diario del
25 de diciembre: “Se habían emitido
órdenes estrictas a nuestros soldados para que de ningún modo permitieran una
“tregua”, como la que podría estar preparándose. Los alemanes trataron de
hacerla. Vinieron hacia nosotros cantando, pero abrimos rápidamente el fuego
contra ellos… es la única clase de tregua que merecen”.
Un soldado inglés, el 28 de diciembre: “Hacia las 9:30 am sonó un disparo desde la jefatura de nuestra
compañía y cayó un alemán. Eso recomenzó la guerra…¡Fue una magnífica hazaña
disparar contra un hombre que estaba en su trinchera, desarmado y fumando, un
hombre que había confiado en nosotros!… No nos gustó la idea de ser los
primeros en quebrar nuestro mutuo acuerdo. ¡El honor del ejército británico
estaba en juego y lo perdimos!
Desconocimiento.
Ya hemos referido que hubo sectores del frente ocupados por tropas de la
Fuerza Expedicionaria Británica que no participaron en la Tregua. En tales
sectores no se registraron actos de tal naturaleza ni ningún tipo de
comunicación amistosa. “En el limitado,
tanto en lo geográfico como en lo comunicacional, mundo de las trincheras, era
posible ignorar completamente sobre lo que estaba ocurriendo en la próxima
brigada y aun en el batallón más cercano” (BROWN-SEATON). Por ello, para los ocupantes de aquellos sectores
la Tregua pasó desapercibida y se enteraron de la misma mucho más tarde (o
nunca), por lo que fueron numerosos los veteranos que sólo vieron en ella una “ficción romántica”.
El capitán J.L. Jack refería en su diario, el 13 de enero de 1915, que
acababa de enterarse de unas historias extraordinarias acerca de una tregua no
oficial con el enemigo. Ello, pese a que su batallón formaba parte de una brigada
cuyas restantes unidades tomaron parte en la Tregua. Y continuaba: “No hubo
tregua en el frente de mi batallón”, cerrando la entrada de ese día
amargamente: “Así pasó la primera Navidad
de la guerra, lejos del original “Paz y Buena Voluntad para todos los hombres…
o el verdadero mensaje es “no he venido a traer la paz, sino la espada”.
Hitler y la Tregua.
Sólo existe un testimonio acerca de
la actitud asumida por Adolfo Hitler con relación a la Tregua de Navidad. Por
ese entones, formaba parte del Regimiento 16 de Infantería de Reserva, el “Regimiento List”.
En 1940, un antiguo camarada,Heinrich Lugauer, recordó que Hitler “era un obstinado oponente a la
fraternización con los ingleses de la que tanto se hablaba en la Navidad de
1914. [Lo consideraba] un asunto que
en época de guerra no debiera ni mencionarse”
Se ha dicho también que “es inconcebible”
que Hitler, con la “actitud reverente que observó hacia sus oficiales durante
toda la guerra”, no haya compartido con los miembros del Cuartel General del
regimiento, a quienes trataba en forma directa por su condición de mensajero,
el rechazo de estos hacia toda forma de fraternización. Como lo veremos más
adelante al tratar de las posibles motivaciones de la Tregua, llama la atención
que, pese a tal rechazo por parte de la oficialidad y el espíritu altamente
combativo mostrado hasta el momento por el Regimiento List, por lo menos la
mitad de sus miembros participó en la Tregua (WEBER).
En el próximo post (última parte):
¿Fue un suceso aislado o, por el contrario,
generalizado en el Frente Occidental?
¿ Cuál fue la motivación de quienes participaron en
laTregua?
¿Cuál fue la actitud de los mandos superiores de los
contendientes frente a la Tregua?
¿Se adoptaron medidas disciplinarias o de algún otro tipo relacionadas con la misma?
¿Se adoptaron medidas disciplinarias o de algún otro tipo relacionadas con la misma?
¿La Tregua se extendió más allá de la Navidad?
¿Durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial
existieron hechos similares?
© 2016 Rubén A. Barreiro
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