Esto se dijo…
“¡No blasfemen
muchachos, no blasfemen, y dispárenles!”, Reverendo George Smith durante la batalla de Rorke’s Drift (1879).
“Alabad al Señor y pasad las municiones”, Reverendo Howell
Maurice Forgy durante el ataque japonés a Pearl Harbour (1941).
La presencia de capellanes en las filas militares
es de larga data. Algunos autores la hacen remontar a mil seiscientos años,
enlazándola con la emocionante historia de San Martín de Tours, soldado él
mismo, cuando divide en dos su capa (cappella)
para socorrer a un mendigo acosado por el frío. Conservada como reliquia (cappa Sancti Martini), era llevada
por los reyes merovingios en la batalla, y custodiada por un fraile (cappellanu) quien además de tal misión
atendía las necesidades espirituales del monarca. Con el tiempo, los religiosos
que acompañaban a los ejércitos se denominaron cappellani, y entre nosotros, capellanes
(Bergen).